"Si la justicia es machista, que sea feminista la memoria”, escribe Zuleika Esnal y en ese axioma traza las coordenadas para interpretar los relatos que conforman este libro. "Bitácora de un grito" reúne historias de mujeres atravesadas por la violencia que la actriz y escritora escuchó, acompañó y registró durante estos años de grandes transformaciones.
Un mosaico de voces de distintos territorios nace entre sus páginas y salda las hendiduras silenciadas que dejan los casos de abuso, maltrato, abortos clandestinos, discriminación y múltiples vulneraciones de derechos. “Estoy acá”, es el sello identitario de la autora. Un grito valiente por momentos y un susurro cómplice en otros, pero siempre un alivio, una mano tendida que interrumpe la soledad y un abrazo solidario para las compañeras que se refugian en las redes feministas en busca de un espacio para sentirse, por un momento, a salvo.

“Gracias por sacarme el miedo”.
Estas son las cosas que yo quiero dejar cuando me vaya.
Este mi triunfo.
Mi pequeño paso por la humanidad.
Encontré mi misión, si es verdad que tenemos una.
Romper silencios.
Adonde quiera que vaya.
Hasta el día que me muera.

Bitácora de un grito - Zuleika Esnal

Bitácora de un grito - Zuleika Esnal
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"Si la justicia es machista, que sea feminista la memoria”, escribe Zuleika Esnal y en ese axioma traza las coordenadas para interpretar los relatos que conforman este libro. "Bitácora de un grito" reúne historias de mujeres atravesadas por la violencia que la actriz y escritora escuchó, acompañó y registró durante estos años de grandes transformaciones.
Un mosaico de voces de distintos territorios nace entre sus páginas y salda las hendiduras silenciadas que dejan los casos de abuso, maltrato, abortos clandestinos, discriminación y múltiples vulneraciones de derechos. “Estoy acá”, es el sello identitario de la autora. Un grito valiente por momentos y un susurro cómplice en otros, pero siempre un alivio, una mano tendida que interrumpe la soledad y un abrazo solidario para las compañeras que se refugian en las redes feministas en busca de un espacio para sentirse, por un momento, a salvo.

“Gracias por sacarme el miedo”.
Estas son las cosas que yo quiero dejar cuando me vaya.
Este mi triunfo.
Mi pequeño paso por la humanidad.
Encontré mi misión, si es verdad que tenemos una.
Romper silencios.
Adonde quiera que vaya.
Hasta el día que me muera.