No puedo, no quiero. Maldito test positivo. Y buscó en las redes cómo abortar y encontró a las socorristas y confió en ellas, tal vez porque no tenía otra opción. Seremos Ley sigue la pista de cómo las socorristas contribuyeron a crear otra sensibilidad social y no sólo respecto del aborto.
Al desestabilizar muchos de los sentidos alrededor de esta práctica atávica que criminalizó a las mujeres a lo largo de más de dos mil años, con distintos argumentos y por distintas ideologías, este libro muestra cómo el socorrismo resaltando entre otras formas de activismo feminista de la última década se convirtió no sólo en una estrategia para la legalización, sino también en un lugar de disputa, de construcción de conocimientos, de transmisión de experiencias, de vínculos y prácticas feministas que intervienen en la política mostrando que no basta con reclamar ni esperar del Estado lo que queremos lograr y cómo la invención abre nuevos posibles. Y esta experiencia está situada: Juana Luna trama testimonios, ideas y luchas en el día a día del año en que la cuestión del aborto hizo saltar los goznes de los medios de comunicación, sacando de quicio las conversaciones cotidianas, disrumpiendo en la política nacional entre las negociaciones del gobierno con el FMI, el ascenso del dólar y el silencio de los sindicatos.
Pero no se detiene ahí: este libro nos abre una generosa visión tanto de los usos del misoprostol, de cómo funciona el socorrismo y dónde (o sea: quiénes son sus aliados), como de las consignas e intervenciones de los antiderechos y también de la necesidad de problematizar nuestros argumentos. Juana Luna derriba así estereotipos asumiendo a su vez los riesgos de generar otros nuevos.

Laura Klein, en el prólogo

Seremos ley - Juana Luna

Seremos ley - Juana Luna
Compra protegida
Tus datos cuidados durante toda la compra.
Cambios y devoluciones
Si no te gusta, podés cambiarlo por otro o devolverlo.

No puedo, no quiero. Maldito test positivo. Y buscó en las redes cómo abortar y encontró a las socorristas y confió en ellas, tal vez porque no tenía otra opción. Seremos Ley sigue la pista de cómo las socorristas contribuyeron a crear otra sensibilidad social y no sólo respecto del aborto.
Al desestabilizar muchos de los sentidos alrededor de esta práctica atávica que criminalizó a las mujeres a lo largo de más de dos mil años, con distintos argumentos y por distintas ideologías, este libro muestra cómo el socorrismo resaltando entre otras formas de activismo feminista de la última década se convirtió no sólo en una estrategia para la legalización, sino también en un lugar de disputa, de construcción de conocimientos, de transmisión de experiencias, de vínculos y prácticas feministas que intervienen en la política mostrando que no basta con reclamar ni esperar del Estado lo que queremos lograr y cómo la invención abre nuevos posibles. Y esta experiencia está situada: Juana Luna trama testimonios, ideas y luchas en el día a día del año en que la cuestión del aborto hizo saltar los goznes de los medios de comunicación, sacando de quicio las conversaciones cotidianas, disrumpiendo en la política nacional entre las negociaciones del gobierno con el FMI, el ascenso del dólar y el silencio de los sindicatos.
Pero no se detiene ahí: este libro nos abre una generosa visión tanto de los usos del misoprostol, de cómo funciona el socorrismo y dónde (o sea: quiénes son sus aliados), como de las consignas e intervenciones de los antiderechos y también de la necesidad de problematizar nuestros argumentos. Juana Luna derriba así estereotipos asumiendo a su vez los riesgos de generar otros nuevos.

Laura Klein, en el prólogo